El organismo necesita equilibrar la pérdida e ingestión de líquidos en orden a mantener la capacidad de regular la temperatura corporal, del mismo modo que un automóvil necesita líquido refrigerante en el radiador. La reducción de líquido refrigerante, trae consigo la disminución de la capacidad de eliminar el calor de la máquina (los músculos) y pasarlo al radiador (la piel) donde el calor se puede eliminar. En consecuencia, la temperatura del sistema se eleva hasta que la máquina cesa de trabajar. Algo similar ocurre en el hombre cuando las pérdidas de sudor exceden su reposición:
Es necesario preservar el flujo sanguíneo, tanto en el funcionamiento de músculo (para aportar oxígeno, sustratos y eliminar los productos finales del metabolismo energético, incluyendo el calor), como a la piel (para sudar profusamente y eliminar el calor).
A medida que continúa la sudoración, disminuye el agua de la sangre, reduciéndose el volumen sanguíneo disponible en la circulación y dificultando la satisfacción de la demanda de energía del músculo, así como la transferencia de calor al exterior a través de la piel.
Como consecuencia de la reducción del volumen sanguíneo, la cantidad de sangre bombeada por el corazón en cada latido desciende.
La velocidad cardiaca aumenta (para mantener el gasto cardíaco) y disminuye el aporte de sangre a la piel, debido a que es prioritario el flujo sanguíneo al músculo.
Si continua el ejercicio, la temperatura corporal se eleva de manera constante desde el valor normal hacia la zona peligrosa de 41° C, debido a la reducción de la producción de sudor y la disminución de la disipación de calor que la acompaña.
En otros términos, esto quiere decir que el rendimiento físico desciende rápidamente en esta fase y aumenta dramáticamente el esfuerzo necesario para mantener la misma intensidad de actividad (si realiza ejercicio ó se encuentra en una zona de clima caliente). Esta situación conduce finalmente al agotamiento físico por calor, con consecuencias graves si no se toman medidas inmediatas para corregir el desequilibrio de líquidos y para reducir la producción de calor. |
¿Qué es lo que influye sobre la absorción de líquidos?
El agua se absorbe principalmente por vía intestinal y en muy poca cantidad por el propio estómago. La absorción es rápida una vez que el agua ha alcanzado el intestino y apenas se ve afectada por la actividad física moderada. Así pues, el problema de la restitución de fluidos no es la cantidad que se puede beber sino la rapidez con la que la bebida abandona el estómago.
Se ha observado que son muchos los factores que afectan a este proceso (velocidad de vaciamiento gástrico), entre la cantidad bebida, su temperatura y la intensidad de la actividad. Las concentraciones de alimentos como los que contienen hidratos de carbono ó los electrolitos disueltos en las bebidas. |
Importancia del vaciamiento gástrico
Los factores que influyen sobre el vaciamiento gástrico sirven de pauta para sugerir como y cuánto y beber:
Los grandes volúmenes de líquido abandonan el estómago más deprisa que los pequeños, pero es poco confortable realizar alguna actividad física con el estómago lleno, pues interfiere en la respiración, por esta razón muchos prefieren beber poco a poco. La cantidad a beber depende de cada organismo, del tipo de bebida y de la intensidad de la actividad.
La duración de actividad física tiene poco efecto sobre la velocidad de vaciamiento gástrico; en cambio, la intensidad de la actividad es muy importante. Cuanto más pesado es el trabajo más difícil resulta reemplazar la pérdida de líquidos por sudoración.
Recomendaciones
Evite añadir sal a la dieta, ya que existe suficiente sal en los alimentos.
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Si está mucho tiempo expuesto al sol, refresque la piel con agua, pues ayuda a evitar la pérdida de líquidos por sudoración. |
Es preciso acostumbrar al organismo a ingerir líquidos durante las sesiones de actividad física ó entrenamientos.
Asegúrese de estar siempre hidratado antes de realizar ejercicio. Nunca comience el ejercicio en estado de deshidratación. La noche anterior de hacer ejercicio se aconseja no consumir alcohol.
Ingiera algo de líquidos antes del ejercicio (250 - 500 ml de agua), 20 - 40 minutos antes de comenzar la actividad. Cuando se realiza ejercicio se reduce considerablemente la formación de orina.
Durante el ejercicio, se deben ingerir con frecuencia pequeñas cantidades de agua. Se debe proponer tomar agua cuando no tiene sed.
Trate de utilizar una botella la cual usted sepa la capacidad y así saber la cantidad exacta de líquidos que se toma en el transcurso del ejercicio.
Evite tener demasiado líquido en el estómago en el momento de realizar algún ejercicio, para no presentar náuseas. |
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